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DOMINGO VII DE PASCUA - ASCENSIÓN DEL SEÑOR -B-

DOMINGO VII DE PASCUA - ASCENSIÓN DEL SEÑOR -B-

«ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO A TODA LA CREACIÓN»

 

CITAS BÍBLICAS: Hch 1,1-11 * Ef 1, 17-23 * Mc 16,15-20             

Celebramos este domingo la solemnidad de la Ascensión del Señor, que tuvo lugar a los cuarenta días de la Resurrección. Lo tendríamos que haber celebrado el pasado jueves, pero, por ser un día laborable, la Iglesia traslada la celebración de esta solemnidad al séptimo domingo de Pascua.

Con el acontecimiento de la Ascensión, el Señor Jesús da por finalizada la misión que el Padre le ha encomendado en este mundo. Salió del Padre y vuelve al Padre. De ahora en adelante serán sus discípulos, tú y yo, los encargados de proclamar la Buena Nueva a toda la creación. Así lo deja establecido hoy cuando les dice: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado».

San Marcos continúa diciendo: «El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios». 

Hay varias consideraciones a tener en cuenta en este pasaje que afectan a nuestra vida de fe. En primer lugar, si de veras nos consideramos discípulos del Señor, tenemos que ser conscientes de que somos nosotros los que hoy, recibimos el encargo de anunciar a todos los que nos rodean la Buena Noticia. ¿Cuál es esa Buena Noticia que el mundo desconoce? Es necesario dar a conocer a todos los que cada día entren en contacto con nosotros, el amor sin mesura que Dios-Padre siente por cada una de sus criaturas, y el perdón de los pecados que nos ha otorgado en su Hijo Jesús, que nos libra de toda condenación.

El Señor ha dicho: «el que se resista a creer, será condenado». Es necesario entender bien esta frase. Para eso, hemos de tener en cuenta que nadie, absolutamente, se condena por voluntad de Dios. Sólo se condenan aquellos que, voluntariamente, y haciendo uso de su libertad, rechazan las salvación que Dios-Padre les ha otorgado a través de Jesucristo.

Hay otra frase que merece también nuestra atención. El evangelista dice que «El Señor Jesús… ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios». ¿Qué significa la expresión estar sentado a la derecha de Dios? Estar sentado a la derecha significa haber recibido todo poder. Dicho de otra manera: ser constituido Señor. Señor de cielo y tierra, y Señor de todo Principado y de toda Potestad. Señor, también, de todo lo que a ti y a mí nos esclaviza y nos hace sufrir. Señor de nuestro egoísmo que nos impide amar al otro sin poner condiciones. Señor de nuestra sexualidad desordenada que nos hace ser esclavos de nuestro cuerpo. Señor de esos vicios ocultos que nos hacen la vida imposible. Señor de todo tipo de carencia, ya sea de salud, de carácter económico, de trabajo, etc. Él, en todo esto es el Señor. Es el que, como a Pedro, puede salvarnos de las aguas cuando estamos a punto de ahogarnos. Ha subido al cielo, pero, como dijo en otra ocasión, permanece a nuestro lado para ayudarnos en todo aquello que supera nuestras fuerzas. Sólo espera que pongamos nuestra confianza en Él, y lo invoquemos con fuerza. Si lo hacemos así, con toda seguridad, no fallará.

Finalmente, esta solemnidad de la Ascensión nos hace presente lo que el Señor ha dispuesto para cada uno de nosotros. Somos seres creados por Dios no para una vida terrena, sino para una vida eterna. En este mundo sólo estamos de paso. Formamos parte de un cuerpo que tiene su Cabeza en el cielo. Y de la misma manera que en el nacimiento de un niño, en cuanto asoma la cabeza todo el cuerpo es arrastrado al exterior, también nosotros, siguiendo a nuestra Cabeza, seremos introducidos en el cielo.


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